CARLOS RAIMUNDI, SOLIDARIDAD E IGUALDAD
“Se corre el riesgo de ser funcionales a la derecha”
En el interior del progresismo parecen existir discrepancias no saldadas sobre cómo encarar la relación parlamentaria con el oficialismo y la oposición.
Son diferencias de miradas que existen desde hace ya tiempo. Es más, la mayor parte de los proyectos que votamos acompañando al Ejecutivo, a los que les hicimos reformas de puño y letra, no los hubiésemos apoyado si hubiera sido por quien presidía nuestro bloque. Hubo un debate fuerte y ganó la posición mayoritaria.
¿Se refiere a Eduardo Macaluse?
Hay posturas de Eduardo que la mayoría del bloque no comparte.
En lo personal, me parece que con cualquier acuerdo que se haga con los sectores de la oposición más desmesurada y destructiva se licua la autonomía del espacio de centroizquierda y se corre el riesgo de ser funcionales a la derecha y sus intereses. El pragmatismo no debe ser un rasgo de nuestra identidad, sino los principios, entonces no me parece que pueda ser argumento la posibilidad de conseguir alguna presidencia en las comisiones.
¿Habrá reagrupamientos y nuevos clivajes en el sector a partir de esto?
Si persistimos... Por suerte las relaciones personales están a salvo, pero existen diferencias sobre cómo debe ser la intervención del progresismo en este momento político. Aun así, los puentes para el diálogo y la unidad siguen firmes.
¿Coincide con el oficialismo en que hay un intento desestabilizador?
Veo puntos de contacto con otras etapas de desestabilización. Acá el verdadero poder no lo tiene el Gobierno, sino que está en otra parte. Hay factores de poder permanentes que estuvieron muy cómodos en la Argentina de las últimas décadas y este Gobierno, a pesar de los errores que siempre les marcamos, tomó algunas medidas que conmueven ese statu quo. Entre ellas, la reivindicación de los derechos humanos como cuestión simbólica y memoria histórica, la negativa al ALCA, la ley de medios o el fin de las AFJP. Hay que tener cuidado con eso.